El carbono es uno de los elementos químicos más importantes, relevancia que se debe a que compone una quinta parte del organismo humano. Es el elemento esencial en todos los seres vivos y ocupa el sexto lugar entre los elementos más comunes del Universo.
Los átomos de carbono pueden unir o enlazar fácilmente entre sí y también con muchos otros átomos. Esto supone que el carbono sea la base de una inmensa variedad de sustancias, desde la madera hasta los plásticos. De hecho, el carbono es un elemento tan común y adaptable que tiene su propia rama dentro de la ciencia: la química orgánica.
Los átomos de carbono (que aparecen como bolas verdes) se unen fácilmente con otros elementos químicos como el oxígeno (rojo), el nitrógeno (azul) y el hidrógeno (blanco). Las distintas combinaciones que resultan dan lugar a sustancias como azúcares y almidones que se encuentran en todo ser vivo.
El carbono puro existe en diferentes formas: sus átomos unidos en anillos de seis eslabones forman polvo de grafito, sustancia blanda, negra resbaladiza usada en las minas de los lápices.
Una de las características de los átomos de carbono es que se unen entre sí en largas cadenas. El petróleo (crudo de petróleo) es una complicada mezcla de sustancias como esta. Por ejemplo, un átomo de carbono unido a cuatro hidrógenos es el gas metano, y ocho carbonos en fila, el gas octano.
Los átomos de carbono se pueden enlazar formando una estructura de anillo. El anillo de benceno tiene 6 átomos de carbono. Cuando cada uno de los carbonos del anillo se une con un átomo de hidrógeno, el resultado es benceno, una sustancia química de gran relevancia en muchas industrias.
El mundo de los seres vivos depende en su totalidad del carbono. El carbono se une con otras sustancias para formar conchas de caracoles, patas de araña, huevos de hormigas, raíces de plantas y todo un sinfín de componentes.
Cualquier estructura o sustancia de los seres vivos se basa en el carbono, incluyendo nuestra piel, el cabello, la sangre, los músculos, los huesos, el cerebro, así como todas las partes del cuerpo de las aves, los peces, los insectos y los gusanos y los componentes de las plantas. La sustancia química que integra nuestros genes (ADN), tiene carbono como su principal elemento. Así pues, la química del carbono ha sido bautizada muchas veces como <<la química de la propia vida>>.
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